SOBRE EL LIBRO
(Fragmento de "Si habla, ¿no está muerto?", prólogo del libro escrito por Silvio Mattoni)
Este libro no podría dejar de asumir los riesgos de su objeto: el pensamiento de Georges Bataille. Precisamente porque Bataille no designa un sistema de pensamiento, sino un cúmulo de escritos, de fragmentos que esbozan los nudos de una experiencia. ¿Cómo desplegar esas referencias, esos temas que reaparecen constantemente, sin traicionar su opacidad, su carácter de experiencia? El erotismo, la suerte, lo inhumano trazan un mapa de esas referencias que aquí se ofrecen como efecto de un apasionamiento, la lectura de alguien. No podría pues sortearse el peligro de sistematizar o esclarecer una escritura que niega las simetrías y lucha contra los espejismos de la claridad si no estuviéramos, en cada ensayo de este volumen, frente a subjetividades que leen, y al hacerlo se piensan, sueñan con el fantasma de Bataille que puede surgir de sus novelas eróticas, o con el que rectifica a Nietzsche para reformular el azar de ser y de querer lo que es, o con el que distingue lo animal en la experiencia humana para mostrar mejor su imposibilidad. Pero aunque las autoras afirman que hay un Bataille que cada una habría elegido leer, como si cada tema o género hiciera brillar cierta faceta del prisma giratorio de sus escritos, de todos modos esos aspectos no dejan de referirse al nombre en que se comunican. Tres autoras que deciden escribir sobre Bataille, arriesgarse y escrutar los destellos de un proceso intenso, deslumbrante y enceguecedor al mismo tiempo, forman esa comunidad gracias al nombre secreto, que en su lejanía lingüística y cultural no obstante parece hablarles de la más íntima experiencia personal: pensar, escribir sin accesorios. Y la comunidad, inaccesible aunque pensable, deseable incluso, se amplía con los nombres de los lectores, de las amistades que Bataille suscitó y suscita, aun post mortem.
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