Libro: Cuaderno Blanco, Alción Editora, Córdoba, 2009
Autor: Matías Vernengo (Buenos Aires, 1963). Poeta y editor. Ha publicado los siguientes libros de poemas: El gesto del que danza, 1994 (3º Premio Municipal de Literatura Luis José de Tejeda 1993, Córdoba) y El ojo y la cerradura (Mención especial del concurso 1999 de Ediciones del Dock, con un jurado compuesto por Santiago Silvestre, Jorge Boccanera y Joaquín Gianuzzi). Además, ha colaborado con poemas en las revistas Omero, Hablar de Poesía, Barataria, entre otras. Es editor, egresado de
Reseña
Cuaderno blanco comienza como instantáneas sobre la fragilidad de la vida, de cómo el vivir cansa, y cómo tenemos que apresar los mínimos momentos de esplendor. Es una cartografía del vivir y de los cuerpos. Hay poemas como “En el puño izquierdo” que recuerdan el estilo epigramático del Montale de “Diario del 71-
En la poesía de Matías Vernengo está siempre latente una fenomenología del tiempo y la memoria, de sus intersticios descriptos como mecanismos que consolidan una filosofía muy propia (“Historias líquidas”). Dentro de ésta asoma una fenomenología del lenguaje, de los fragmentos en que a veces estalla el lenguaje (“El escritorio”). En la mayoría de los poemas sobresale una respiración entrecortada, como si el verso jadeara, logrando una forma muy original para proyectar el dolor. Hay momentos en que el dolor encuentra un equilibrio al captar el lenguaje de la naturaleza, pero no como promesa paradisíaca sino como evidencia de una escisión (“Ir a ese mundo”). La exploración del paisaje, su relevamiento, también es una exploración de la psiquis, pero sin complacencias. No hay indulgencias sobre la repetición que trae el pasado asociado a cosas mínimas: el adobe de la casa, un mortero, una cerradura, una llave. El relevamiento de la memoria, que acecha como una cabeza cortada en una bandeja impone un sufrimiento pero también un conocimiento, un saber. Lo que Matías Vernengo nos dice es que en esta exploración no hay victorias ni epifanías. La misma belleza del recuerdo tiene su rostro cubierto de barro.
FERNANDO KOFMAN (poeta y ensayista )
No hay comentarios:
Publicar un comentario